Hoy ha sido un día muy divertido, pero muy agitado y muy cansado. Teníamos preparado un juego de pistas por todo el pueblo, que nos lo hemos recorrido casi de arriba a abajo.
Como todos los días, hemos dejado unos 10 minutos de cortesía para que llegasen las personas a las que se le pegan un poco más las sábanas por la mañana y nos hemos puesto a funcionar rápidamente. El juego había que empezarlo cuanto antes para que el calor insoportable nos pillase ya casi al final.
Nos hemos dividido por grupos y hemos intentado ir a toda prisa siguiendo las pistas y superando las pruebas. Por eso hoy, sintiéndolo mucho, no tenemos apenas imágenes. No hemos parado ni un solo momento y ni nos hemos acordado de hacernos fotos.
Y después, claro, a la piscina. Merecidamente, muy merecidamente.
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